lunes, agosto 07, 2006

TEMPERATURA INTERIOR


El verano sigue cayéndonos encima como una losa. La humedad me abraza y secuestra mi respiración a cada paso. Los noticieros nos tienen al corriente de los últimos datos en cuanto a temperaturas y previsiones. Mientras tanto, lo que no deja de aumentar es mi temperatura interior. Una fina lluvia de escotes cae sobre la ciudad y en cada esquina encuentro unos pechos que hacen subir más y más mi termómetro. Salpican las calles cuellos y tobillos que complican mi humedad relativa. Las noches son largas, pesadas y asfixiantes. El cielo se cubre de poros de piel sudorosos, dedos resbaladizos y gotas serpenteantes. Cojo aire, y sigo respirando. Intento cerrar los ojos y lo consigo, pero debajo de mis parpados nace una vez más otro universo. Sonrosado, tierno, terso, erecto y acelerado. Un mundo de caricias, sudor y olores. El deseo que no se sacia me atormenta, una noche tras otra, un día y otro más.

1 comentario:

Humbert dijo...

digno de la obsesión de humbert. leerlo me ha evocado mucho. un placer.