jueves, abril 27, 2006

EL HOMBRE TRANQUILO


Admiro a este hombre y le estoy agradecido. Admiro sus formas, su saber moverse con la suficiente diplomacia en un mundo de cerebros bañados en testosterona. Admiro la humildad que exhibe y que le supongo. La humildad que diferencia a los listos de los inteligentes. Admiro su equilibrio constante, que ha hecho que hasta los que esperaban su caída acaben rindiéndose y empiecen a admirarle. Admiro su callada confianza en el tiempo, él siempre creyó que terminaría por darle la razón.
Le agradezco los muchos momentos de felicidad que me proporciona su trabajo. Le agradezco que haya materializado algunos de mis sueños, incluso superando mis expectativas. Le agradezco que sea un ejemplo exitoso de una manera determinada de entender las cosas: inteligencia, humildad, esfuerzo, disciplina, alegría… ¡Gracias por todo Frank!

1 comentario:

Humbert dijo...

es un gran profesional y, por lo que dicen, una bella persona.