Me gusta el modo tan dulce que tienes de quedarte dormida apoyada en mi. Me gusta la manera en que giras la cabeza, hacia un lado y hacia el otro, cuando bailas para mi. Me gusta tu sonrisa blanda cuando te rindes en la cama. Me gusta cuando frotas tu puño cerrado contra la palma de mi mano. Me gusta como te acurrucas en mi cuando dormimos. Me gusta la gracia con la que andas descalza por el pasillo de tu casa. Me gusta buscar tu sonrisa entre las fotografías de tu niñez. Me gusta nada mas abrir los ojos, por las mañanas, buscar tu oído para susurrarte “Buenos días amor mio…” Me gusta tu ombligo. Me gusta el amor con el que remueves el risotto que preparas para mi. Me gusta como, con la punta de la cucharilla, recoges y tomas la crema antes que el café. Me gusta la ternura de tus avalanchas de besos mínimos. Hay tanto en ti que me gusta, que podría no parar de escribir.
Foto: Philippe Ramakers
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